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El 20 de febrero de 1686, se determinó que bajara el Síndico a Valencia, para dar razón al Arzobispo, de las pretensiones que la villa tenia contra los de Losa y se pusiera memorial de las discordias, que el Gobernador les buscaba, al querer ejecutar 50 libres de pena a los Jurados por la panadería de Losa.
También se comunicó al Arzobispo este mismo día, la falta de Juan Cervera de Miguel, por haber dado agua a su ganado en el aljibe del Campo del Villar a pesar de no disponer de autorización.