El derecho a una muerte digna

E.Castellano .- MAESTRO Y PERIODISTA .- La conquista efectiva de los derechos, siempre ha llegado trans un proceso largo y costoso para vencer las resistencias de la sociedad y, el derecho a tener una muerte digna és un ejemplo de ello, porque no existen argumentos, ni racionales, ni éticos, ni morales, que justifgiquen el sufrimiento inútil de una persona enferma. Tampoco hay justificación para alargar artificialmente la vida contra la voluntad de la persona afectada, particularmente en casos de enfermedades crónicas, incuranles o en fase terminal.

No obstante todo lo argumentado, la eutanasia continua siendo un delito castigado por el Código Penal con penas de entre dos y diez años de prisión.

El debate sobre la autanasia está presente desde hace décadas en la sociedad y existent asociaciones en favor del derecho a morir dignamente desde el año 1984. El suicidio asistido del teatrplégico Ramón Sampedro el año 1998, removió conciencias y últimamente, el de María José Carrasco de 61 años, enferma de esclerosis múltiple desde hacía más de 30 años, volvió a poner el foco en la injusticia que supone afrontar esta situación, trágica y dolorosa, en la clandestinidad, sin asistencia médica y con la certeza que tendrá consecuencias penales graves.

En paises como Holanda, Bélgica, Luxemburgo, el Canadá y en algunos estados de América del Norte y Australia, la eutanasia ya es legal, pública y con requisitos bien regulados. En el estado español, una encuesta del Centro de Investigacions Sociológica afirma que más del 75% de la población es partidaria de leglizar la eutanasia.

La muerte digna es un derecho, ejercerlo es una necesidad y la ley que la regula, los medios y las garantías no deberían demorarse más.